Soy una pequeña princesa. Si, eso es. Aunque ya no tenga edad de soñar con príncipes azules, ni con caballos, ni vestirme de princesa, lo sigo haciendo. Y no me avergüenzo de ello. Aunque te rías de mí, no pienso cambiar de parecer. Voy a ser una pequeña princesa toda mi vida, hasta hacer de mi vida un sueño, y de mi sueño, una realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario